La Cuarta Republica

Correo politico, economico y literario de Monterrey

lunes, junio 11, 2007

Soliloquio

Soliloquio

Lo que escribo en estas páginas no es nuevo, es algo que ya se ha escrito antes, por lo tanto ralla en la monotonía de los que lo leen y, en la monotonía del que escribe. Es la misma historia ya contada desde los albores de la humanidad, por lo tanto estamos hablando de los principios de la historia. Y como toda historia se tiene que narrar mientras se duerme, por que el sueño es el estado en el que mejor se comprenden las cosas. El estado de vigilia es engañoso, tendemos a escribir lo que nos conviene a racionalizar nuestra angustia y anegar el sin muero de dolores que causa el transitar por el corto espacio de tiempo que es la vida. El sueño es el estado de consuelo mientras se cuentan los sin sentido de los actos humanos, todas esas cosas horrendas que nos suceden en la serie momentos de nuestra vida que menos lo pensamos, esas cosas que podemos llamar injustas como: la política, la guerra, la enfermedad, el desengaño, la frustración, la impotencia, el apremio, la espera, la incertidumbre en resumen el claustro en que vivimos, limitado a todas lados por el tiempo y el espacio.

A todo lo anterior, El común de la gente le da el nombre de pesimismo en lugar de realidad. A la realidad le dan otro nombre; el de esperanza, de esa forma se pasan los días, tratando de consolarse con los sonidos de las palabras. Mientras tanto la realidad no perdona, toma la cuota diaria de dolor y de miseria que a cada uno sin remedio y sin nosotros querer o permitirlo tenemos que pagar.