La Cuarta Republica

Correo politico, economico y literario de Monterrey

miércoles, noviembre 01, 2006

Entrevista a: John Womack

Entrevista: John Womack/

HistoriadorCon prudencia, Calderón no logrará nada: WomackEl estudioso de México advierte que el próximo presidente llega a Los Pinos en una condición de debilidad política, por lo que si no da golpes de timón o no desafía muchos intereses, como los de los banqueros, fracasará.A juicio del historiador John Womack, es comprensible la prudencia que muestra Felipe Calderón como presidente electo, pero si mantiene esta conducta en Los Pinos “no va a ganar nada”.Antes, indica el experto en temas mexicanos de la Universidad de Harvard, lo que hace falta es apostarle a un gran golpe de timón al interior de su propio grupo, los panistas, y ponerse a la cabeza de un proceso que conduzca a reformas políticas y a un pacto social.Womack habla también de Vicente Fox, de quien dice se sumó a la esperanza que desató su campaña y eso, finalmente, marcó el rumbo de su gobierno. “Fox creyó lo que creyó la gran mayoría de la gente”, aduce.A diferencia de lo expuesto recientemente por el historiador Jean Meyer, Womack ve bastante seco el pastizal social en el país, aunque es difícil saber si estamos a las puertas de conflictos mayores; éstos se dan “por necesidad, no por voluntad”.El presidente Fox está a punto de terminar su mandato. Es el primer gobierno no emanado de la Revolución Mexicana. ¿Cómo lo describe?Hasta 1994 existió un sistema que era capaz de dar respuesta a muchas cosas, de hacer reformas serias. Era capaz de reformarse a sí mismo, era coherente. Esto fue así hasta el colapso de 1994 y 1995.Luego vino el efecto Fox, la esperanza de mucha gente, la democracia. Estos procesos dependen de la personalidad, de la inteligencia del político, sí, pero también del sistema, y si bien éste no había desaparecido por completo cuando entró Fox, estaba prácticamente roto. Tengo la impresión de que Fox mismo creyó lo que creía la gran mayoría de la gente: que un solo cambio de nombre, que la declaración de la democracia, etcétera, etcétera, iba a ser la salvación de la patria. Era una ilusión muy profunda.¿Qué sistema halló Fox al llegar a Los Pinos?Hay mucha confusión sobre el antiguo régimen. No es lo que decía aquel peruano (Mario Vargas Llosa): “la dictadura perfecta”. Era un sistema de negociaciones, muchas veces corruptas, pero que mantenía cierta estabilidad.De aquel último intento de reforma al sistema, el que emprende Salinas, ¿hay algo que rescatar?Las ideas son todavía válidas, pero no funcionan si no hay elementos prácticos, de la vida política real, que las apoyen. Esos intentos de reformar al gobierno dentro de un régimen que ya no está, iban a ser una reforma dentro del sistema, un movimiento de piezas. No vale la pena tratar de reformar algo que ya se fue. Las ideas, el liberalismo social, tienen valor; sin embargo, para decirlo en términos de mecánica, no vale la pena pensar en las refacciones para un coche que ya no se tiene.¿Aun cuando el PRI regrese a la Presidencia?Sí. El PRI tiene todavía muchas gubernaturas, no sé cuántas más pueda ganar, pero no creo que vaya a tener la mayoría.Y ahora, una vez que se fue el gobierno de la Revolución y que Vicente Fox terminó, ¿qué papel toca jugar a Felipe Calderón?Depende de él. Claro que entra a la Presidencia de la República en una condición política de debilidad. Entiendo la prudencia que muestra, pero pienso que debería tener iniciativa. Creo que podría desafiar muchos de los intereses en el país, a los señores banqueros, y hacer cierta alianza con Manuel Espino, el líder de su partido. Claro que Calderón y el PAN tienen una alianza político-electoral, pero debería ir más allá para tomar una iniciativa tremenda.¿Cuál sería el objetivo principal?En la línea de lo que dije antes: Calderón podría dar un golpe al interior de su propio grupo y que el PAN sea el partido de la soberanía nacional y de la reforma social.El próximo Presidente necesita ser osado dentro de su propio grupo y así ganar rápidamente apoyo, algo como lo que sucedió en 1988 y 1989 (luego de la elección de Carlos Salinas).¿Ve posible que Calderón haga esto?PAN del 2006 no es el PRI del 88, y Calderón no tiene el equipo que existía entonces.Creo que no tiene la visión necesaria y quiere proceder con mucho cuidado, pero así no va a salir.¿Vaticina algún éxito a Calderón si no busca golpes espectaculares?No, yo creo que no. Paso a pasito no va a ganar nada.
Otro estudioso (Jean Meyer) dice que el pastizal en México no está suficientemente seco para pensar que los problemas de inestabilidad que hoy afectan a miles (Oaxaca, Atenco, las movilizaciones de Andrés Manuel López Obrador) vayan a afectar pronto a millones…Está bastante seco. No hay aparatos para medir esto y la historia es una guía bastante imperfecta para ello, pero lo que nos muestra es que esos grandes movimientos ocurren por necesidad y no por voluntad. Sigo pensando que México hizo la revolución de 1910 por necesidad. No fue tanto la voluntad de Madero, sino la incapacidad del régimen de reformarse. En ese sentido, el sistema se deshizo en 1902, en 1904, 1906, 1908.

Vamos a comparar el caso de México con otro tremendo: la Rusia zarista. Fue el colapso del zarismo, la guerra abrió las puertas, pero el colapso se dio antes en el sistema zarista.¿Conoce explicaciones de la actualidad política mexicana que le satisfagan y que sean útiles para saber hacia dónde va el país?Una bola de politólogos llega a explicar el caso, pierde el interés y se va a otra parte.Hay también muchos especialistas que viven de la historia mal entendida de México y, en realidad, muchos de ellos quieren ser asesores: en lugar de explicar las cosas, quieren atraer la atención del candidato o el Presidente.De explicaciones serias, de eso hay muy poco o yo diría que todavía no las hay. Los especialistas, incluso el público, quieren colocar a México en otra realidad, muchos tienen la idea de una democracia que pudiera ser, sólo por decisión, similar a la de Holanda.
Pero es México, es México, está al lado de Estados Unidos: ¡tiene esa geografía inevitable!Especialista en ZapataJohn Womack es autor de Zapata y la Revolución Mexicana, libro que marcó época en los estudios del movimiento armado de 1910. Atento espectador de los sucesos en el país, se le consideró uno de los apoyos intelectuales más notables de Carlos Salinas.Profesor en Harvard de historia de América Latina, sus más recientes artículos sobre México incluyen temas como el zapatismo chiapaneco, la nomenclatura priista durante su última etapa en el poder y el movimiento obrero.