La Cuarta Republica

Correo politico, economico y literario de Monterrey

lunes, octubre 30, 2006

AMLO ESTA EN ACCION

AMLO ESTÁ EN ACCIÓN.

REFORMA.
Miguel Ángel Granados Chapa.

López Obrador en acción.Se activa el calendario de la resistencia civil pacífica encabezada por el ex candidato presidencial de la coalición Por el Bien de Todos proclamado Presidente legítimo por la Convención Nacional Democrática, que organiza en varias sendas sus tareas.En 1958 y en 1988 el Partido Acción Nacional calificó de ilegítimo el triunfo de los candidatos presidenciales del PRI, Adolfo López Mateos y Carlos Salinas de Gortari, y en el primer caso descalificó también la elección legislativa y pidió a sus candidatos que obtuvieron diputaciones que se abstuvieran de rendir protesta. Pero no afirmó su propia victoria y por lo tanto no reivindicó para sus abanderados, Luis H. Álvarez y Manuel J. Clouthier, el papel que corresponde a quien le ha sido arrebatado el triunfo.El vasto movimiento encabezado por Andrés Manuel López Obrador, en cambio, no se limitó a la denuncia de la manipulación electoral ni a enrostrar su ilegitimidad al declarado oficialmente como Presidente electo. Lo consideró espurio y, por lo tanto, asignó el carácter de Presidente legítimo a López Obrador. Ambas decisiones fueron tomadas el 16 de septiembre por una multitud claramente representativa de otra mucho mayor inconforme con los resultados e indispuesta a avenirse simplemente a la declaratoria oficial favorable a Felipe Calderón.Convocado especialmente para ese propósito, el gentío que durante julio se congregó repetidamente en el Zócalo se convirtió en Convención Nacional Democrática.Esa es una de las notas que diferencian la movilización de López Obrador de otras reacciones de candidatos perdedores o a los que se arrinconó en esa condición. López Obrador ha organizado a quienes votaron por él y no admiten el resultado electoral, puesto que le atribuyen la condición de fraudulento. El ex candidato de la Coalición Por el Bien de Todos y de las redes ciudadanas reunidas en torno suyo ha tenido liderazgo para organizar la resistencia civil pacífica y otras formas de oponerse a las consecuencias formales de la elección trucada. Ahora se dispone a volver a los caminos y a la acción. Esta misma semana, tras designar el viernes a los integrantes de su gabinete, echará a andar de nuevo, en ruta que comprende a partir del sábado 4 a municipios de los estados de México, Hidalgo, Michoacán, Puebla, Tlaxcala, Veracruz, Morelos, Guerrero, Tamaulipas y tres delegaciones del Distrito Federal. Ese trayecto concluirá el lunes 20 con su asunción a la Presidencia legítima, en la Plaza de la Constitución, acto que será visto como un sainete por muchos pero que a los ojos de un número igual o mayor se entenderá como la defensa suprema de la libertad de sufragio.La semana pasada, como señal de que el gobierno encabezado por López Obrador será simbólico pero no de opereta, se constituyó, el miércoles 25, la coordinación política de la Convención Nacional Democrática (cuyo lema es "Sufragio efectivo, no imposición"), que presentó su Propuesta para la transformación de México. Al día siguiente, jueves 26, el Frente Amplio Progresista (FAP) convirtió aquella propuesta en su propia agenda, que fue ya entregada por los grupos parlamentarios de los partidos que integran el Frente al resto de las bancadas en el Congreso.De ese modo López Obrador ha encarado con éxito el riesgo de dispersión posterior a la frustración de un propósito. Salvo el caso prototípico e inimitable de Francisco I. Madero, cuya protesta electoral generó una revolución, ningún candidato que hubiera organizado su propio movimiento pudo conservarlo. Lo hizo Cuauhtémoc Cárdenas después de 1988, pero no para enfrentar de inmediato la imposición de Salinas sino para una acción política de largo plazo a través del Partido de la Revolución Democrática. En cambio, López Obrador está pudiendo actuar en la coyuntura inmediata y también con vistas al futuro.La expresión más clara de esa voluntad de permanencia es el FAP. Jurídica y políticamente, el compromiso de los partidos de la Revolución Democrática, del Trabajo y Convergencia entre sí y con su candidato presidencial, terminó al concluir el proceso electoral. Pero resolvieron mantenerse unidos conforme a la legislación electoral, que permite la constitución de frentes en tanto que uniones partidarias para propósitos no electorales.La propuesta del movimiento lopezobradorista consta de 10 puntos, que sintetizo aquí con sus líneas iniciales:1.- Frenar la restauración autoritaria en marcha, para asegurar la libertad de información y elecciones libres, e iniciar el cambio de régimen político conforme a la nueva pluralidad.2.- Crecer con equidad. La estabilidad financiera no puede ser el único fin de la economía, sino la generación de empleos necesarios y bien remunerados en la economía global, con sustentabilidad e inclusión social. 3.- Justicia social con un Estado garante del bienestar. 4.- Impulso a la ciencia y la tecnología y preservación del patrimonio cultural. 5.- Definir una política integral y sanear las empresas públicas del sector energético para que cumpla su papel determinante en el desarrollo de la economía y se asegure el dominio de la nación. 6.- Reforma integral del sistema de justicia y seguridad pública. 7.- Frenar la corrupción mediante la austeridad republicana y el combate al tráfico de influencias y los conflictos de interés. 8.- Impulsar el federalismo y la autonomía municipal, rediseñando el régimen federal como parte del cambio del régimen político. 9.- Revisión integral de la Constitución, para asegurar la protección de los derechos ciudadanos, el buen funcionamiento de la democracia y la orientación de la política económica que favorezca el crecimiento y la mayor igualdad social. Y 10.- Política exterior de Estado. Cajón de Sastre .Si no se trata de una grotesca aberración complicitaria del gobierno federal con el todavía gobernador de Oaxaca Ulises Ruiz, en las próximas horas deberíamos tener noticia de los términos en que éste ha decidido apartarse del gobierno. De lo contrario, la tardía intervención de las fuerzas federales en el conflicto que concernió desde siempre a las instancias nacionales se convertirá en la corroboración policiaca y militar del aval que el Senado otorgó irresponsablemente a un gobernante que no gobierna. El desalojo de las calles de la capital oaxaqueña, la eliminación de las barricadas, la supresión de las condiciones que han lastimado a profundidad a los habitantes de esa ciudad sólo será eficaz en el mediano plazo si la intervención federal que la hizo posible es acompañada del retiro de Ruiz. De lo contrario, ni siquiera la permanente ocupación de la entidad evitará que renazca el conflicto, pues se preservará su causa. O que se nos diga cuánto tiempo se quedarán en Oaxaca y a qué costos, incluidos los financieros, los miles de agentes federales en apoyo a un gobernante impopular

Propuestas del FA'P

EL FRENTE AMPLIO PROGRESISTA Y SUS PROPUESTAS.

Una propuesta responsable.

Manuel Camacho Solís.
30 de octubre de 2006.

Ante la situación que vive nuestro país, el Frente Amplio Progresista ha tomado la iniciativa. Sostiene una oposición firme. Consolida la unidad y los avances de la elección. Define una propuesta de transformación. Abre la posibilidad de un diálogo nacional en el Congreso.

Decide comunicar su posición formalmente a todas las fuerzas políticas representadas en las cámaras federales. Ahora, los demás tienen la palabra. Se pueden abrir a un diálogo benéfico, o pueden cancelar una magnífica oportunidad para la democracia y la justicia.

La propuesta que se ha hecho es el resultado de un proceso de formación interna de consensos. Es la posición que tomó en cuenta al conjunto de las opiniones y posiciones políticas al interior del movimiento.

Es una propuesta responsable. Las posiciones radicales aceptaron hacer un planteamiento político, a pesar de su lectura negativa sobre la disposición del régimen a detener la restauración autoritaria. Las posiciones moderadas aceptaron acompañar a la parte dura en sus posiciones y ceder en algunas de sus recomendaciones reformistas. Pero unos y otros desean que el desenlace de esta crisis política pueda reflejarse en más y mejor democracia y en resultados efectivos en favor de los más pobres.

No faltarán quienes digan que lo que se pide es demasiado. Que no hay necesidad de hacer concesiones a la izquierda. Que, finalmente, de eso se trataba la elección: de definir el rumbo del gobierno y que, en tanto "ganó" la derecha, y el PAN tiene la posibilidad de pactar con el PRI las reformas estructurales, sería un error conceder a la propuesta que ha formulado el Frente. Habrá también quienes consideren que no tiene sentido buscar negociar con una derecha que está apostando a formar una nueva hegemonía y a excluir a la izquierda.

Unos y otros se equivocan. Después de una elección donde AMLO ganó la mitad de los estados de la Republica, desconocer esa voluntad de cambio e inclusión social sería un grave error, incluso para quienes hagan los cálculos más conservadores. Si además están de por medio la toma de posesión y la gobernabilidad misma, cerrar los ojos ante el gesto político que significa presentar una propuesta responsable, sería tanto como apostar al eventual uso de la fuerza, con todas sus consecuencias.

La derecha no tiene todo el poder como para intentar una nueva hegemonía. Los giros en el ámbito internacional no le serán favorables. La situación económica previsible para los próximos tres años tampoco lo facilitaría. La conducción misma del Congreso, el calendario electoral, los conflictos regionales y las protestas sociales siguen y estarán presentes.

Situaciones similares, o incluso menos riesgosas, como la rebelión zapatista en 1994, o la crisis económica de 1994-1995, llevaron al régimen a posiciones de flexibilidad política que evitaron su agravamiento. Sería un grave error no reconocer la necesidad de abrir las puertas del diálogo ante la actual crisis política. Ningún gobierno puede darse el lujo de cerrarse a la interlocución posible; menos aún un Ejecutivo con sustentos apenas suficientes para sobrevivir.

La izquierda actúa con responsabilidad. Propone avanzar en la democracia. Recuperar el crecimiento. Establecer un sistema de seguridad social universal. Ampliar y mejorar la educación y la salud públicas. Sanear la justicia y establecer la austeridad. Dar prioridad a ciencia y a tecnología. Propone recuperar el Estado del dominio de los intereses y fortalecerlo para impulsar la economía y la justicia social en el contexto de la economía global. Habrá puntos con los que no se coincida, pero difícilmente se puede negar que se trata de una propuesta políticamente responsable.

Ahora está en manos de las demás fuerzas políticas decidir si: actúan con la misma responsabilidad, o se encierran en la política antigua de cancelar el diálogo y no ceder nada por el temor autoritario a lo que es diferente. No hay mucho que pensar. Más bien habría que reconocer que es ahora o que, más tarde, será más difícil y costoso. Es ahora o podría ser nunca.

Miembro de la Dirección Política del Frente Amplio Progresista