La Cuarta Republica

Correo politico, economico y literario de Monterrey

martes, noviembre 14, 2006

Alatazor (Canto II)

La Cuarta Republica


Alatazor (Canto II)
fracmento

Mujer el mundo está amueblado por tus ojosSe hace más alto el cielo en tu presenciaLa tierra se prolonga de rosa en rosaY el aire se prolonga de paloma en palomaAl irte dejas una estrella en tu sitioDejas caer tus luces como el barco que pasa Mientras te sigue mi canto embrujado Como una serpiente fiel y melancólica y tú vuelves la cabeza detrás de algún astro¿Qué combate se libra en el espacio? Esas lanzas de luz entre planetasreflejo de armaduras despiadadas ¿Qué estrella sanguinaria no quiere ceder el paso? En dónde estás triste noctámbula Dadora de infinito ...


Altazor, Vicente Huidobro

Lorenzo Meyer

Lorenzo Meyer

La verdadera desaparición de poderes
Nota original.

Es urgente determinar hasta qué punto el desorden actual es producto del foxismo y hasta qué punto del mal funcionamiento del sistema en generalDuda¿Lo que hoy está en crisis en México es sólo el foxismo o también el sistema político? Obviamente el fin del sexenio abre posibilidades de cambio, pero en la medida en que el origen del desarreglo mexicano no se reduce a la Presidencia, el mero cambio de gobernante no resolverá el problema. Se requiere determinar hasta qué punto las insuficiencias que hoy muestra la vida pública mexicana no son problemas de una persona -Vicente Fox- sino de la estructura del poder y empezar a buscar la solución de fondo.OaxacaEn la actual crisis política oaxaqueña -una rebelión urbano-popular con pocos precedentes en la historia mexicana- han aflorado casi todos los problemas que hoy aquejan a nuestro sistema político, de ahí la importancia del caso.La insurrección suriana se prolonga sin dar señales de abatimiento; hace ya tiempo que dejó de ser un hecho local y se transformó en manifestación de una patología nacional. Ya se llegó al punto en que ese complejo problema no se puede caracterizar sólo como el desvanecimiento de una estructura de poder local sino nacional. Sin embargo, lo más grave de los sucesos oaxaqueños no es la falla y descomposición de las instituciones sino la evanescencia de ese ánimo de optimismo y de confianza en el futuro colectivo que en el 2000 había traído consigo la victoria pacífica de las urnas.En el sexenio que termina se perdió la posibilidad de un buen inicio de la consolidación de esa forma de vida política buscada desde el siglo XIX y por la que apenas ahora empezamos a transitar. En la actualidad, las encuestas y las movilizaciones nos dicen que una parte de la ciudadanía considera que se han violado las reglas democráticas que permiten dirimir civilizadamente las inevitables diferencias de intereses y de interpretación del proyecto nacional. Los desencantados pueden atribuir la responsabilidad de esta situación a la corrupción e incompetencia de los políticos y no les falta razón, pero el problema central es más serio: el mal funcionamiento de todo el entramado institucional.El problema oaxaqueño es hoy el ejemplo más evidente de cómo los males estructurales heredados del viejo régimen aunados a la cortedad de miras, a la mala fe y a la ineptitud, transformaron un problema sindical y local en un embrollo que ya rebasó sus fronteras y que resume bien las contradicciones y defectos de líderes e instituciones para dar respuesta a las demandas de una sociedad pobre, muy desequilibrada en su estructura de clases, desconfiada del poder y agraviada por la conducta de las élites dirigentes. Por otro lado, Oaxaca también permite pensar que, pese a todo, aún no se ha perdido el impulso, desde abajo, de imaginar que es posible una condición colectiva mejor.Cronología significativaComo se sabe, el problema en la entidad suriana arrancó el 1o. de mayo con la predecible entrega de un pliego petitorio al gobernador por parte del gremio más organizado y mejor remunerado de esa entidad: los maestros de la sección 22 del SNTE. Ante lo que consideraron una respuesta insatisfactoria, los profesores iniciaron un plantón en la capital estatal. La situación, hasta ahí normal y predecible, dio un salto cualitativo con bloqueos, megamarchas y, sobre todo, el fracaso de la "solución de fuerza" que intentó el 14 de junio Ulises Ruiz, el gobernador priista.El triunfo magisterial sobre la policía en la "batalla del 14 de junio" llevó a que otros descontentos con el gobernador -cuya elección se había efectuado dentro de la más pura tradición del PRI- se unieran a los maestros y constituyeran la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), una gran alianza entre la sección 22 del SNTE y numerosas organizaciones sociales y municipales irritadas por la forma discrecional como el gobernador manejaba la distribución de los recursos públicos. El 2 de julio Ulises Ruiz y el PRI oaxaqueño perdieron de manera espectacular las elecciones presidencial y legislativas. La autoridad estatal ya no pudo entonces llevar a cabo la emblemática Guelaguetza (la APPO organizó la Guelaguetza alternativa, la popular) y el proceso de evaporación de los poderes estatales se aceleró, lo mismo que la constitución de una especie de gobierno por asamblea popular de la ciudad de Oaxaca.En agosto, la APPO asumió el control de estaciones de radio y televisión, bloqueó las entradas a la ciudad y levantó barricadas en su interior. Un paro organizado por la iniciativa privada para contrarrestar a la APPO no funcionó, tampoco funcionaron los disparos nocturnos ni los ataques esporádicos de gente del gobernador, aunque dejaron más de una docena de muertos. De nada sirvieron las reuniones convocadas por Gobernación, ni las amenazas del gobierno federal de recurrir a la fuerza. El Senado intervino sin conseguir otra cosa que el ridículo al concluir que en Oaxaca si bien había ingobernabilidad, los poderes formales no habían desaparecido y que Ulises Ruiz, aunque ya no gobernaba, podría seguir como gobernador.Al concluir octubre, las autoridades federales finalmente decidieron mandar a la capital oaxaqueña 4 mil efectivos de la Policía Federal Preventiva (PFP). El gobernador pudo así regresar a la Casa de Gobierno y la Federación, en un intento por alejar a los maestros de la APPO, se comprometió a dar a los educadores de Oaxaca y del resto del país ¡42 mil millones de pesos a lo largo de los próximos seis años!Las acciones federales de fuerza y cooptación fueron hechas a destiempo. El retorno de los maestros a sus salones fue parcial y el 2 de noviembre, y tras siete horas de una fiera batalla campal en las inmediaciones de la universidad -piedras, gases, toletes, chorros de agua y químicos, bombas molotov, cohetones, heridos y prisioneros- una multitud de "appistas" obligó a la PFP a replegarse a sus bases en el centro de la ciudad.El pasado 5 de noviembre, y mientras el gobernador apoyado por el PRI insistía en no renunciar, una APPO sobrada llevó a cabo una nueva megamarcha en su contra que contó con contingentes de fuera del estado; el gobernador contestó el día 7 con una contramarcha de sus partidarios, que sí existen. Oaxaca está tan dividida como el país. Como sea, hoy la demanda de los insurgentes ya no es sólo la renuncia del mandatario estatal sino la transformación radical de la estructura política local. Como bien notara The New York Times (4 de noviembre), en la antigua Antequera se vuelve a oír hablar de revolución, situación impensable apenas hace unos meses. Coronando el proceso, tres estallidos de bombas en el Distrito Federal que, según los grupos guerrilleros que los reivindican, son su respuesta a la acción federal en Oaxaca. El río sí que está revuelto.Hace tiempo que los poderes locales formales perdieron su capacidad de hacerse obedecer en la antigua Antequera, pero algo similar pasó también con los poderes federales. La PFP sólo a medias ha restaurado el orden perdido en Oaxaca. La Secretaría de Gobernación no pudo sentar a las partes en disputa para proceder a una negociación efectiva. El Poder Legislativo, en donde el PAN necesita del PRI para iniciar su segundo sexenio en el poder, no tuvo la fuerza para ordenar la reconstrucción del poder oaxaqueño. La Iglesia Católica y los empresarios -los poderes fácticos- tampoco han sabido hacerse obedecer por la parte más popular de una sociedad en la que no hace mucho ellos mandaban.En sumaEl cuadro oaxaqueño hoy no es más que una expresión extrema del fracaso de la política que ha llevado a cabo la dirigencia de un régimen que se suponía destinado a regenerar la vida pública de México. En lo económico la inflación se mantuvo controlada pero no hubo crecimiento sustantivo ni combate a los monopolios. La competitividad disminuyó y la exportación de mano de obra a Estados Unidos se incrementó. La condición de pobreza se mantuvo en casi la mitad de la población. Las elecciones se hicieron -según la admisión del propio Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación- en condiciones de inequidad e ilegalidad y la oposición de izquierda respondió con un Presidente legítimo en contraste con el legal. El narcotráfico avanzó, la inseguridad y corrupción se mantuvieron, la relación con el exterior se deterioró, incluso con Estados Unidos.El primer gobierno del régimen democrático mexicano resultó un proyecto fallido. Hoy la tarea es recuperar lo ganado en el 2000, empresa nada fácil dado el grado de encono que ya se ha generado y que ha creado el ambiente menos propicio para lo que es característico de la democracia auténtica: apego real a las reglas del juego, tolerancia y negociación efectiva.

René Drucker Cólín

HABLANDO CLARO.
René Drucker Colín.

Fox y el Premio Nacional de Ciencias y Artes.El pasado 8 de noviembre en Los Pinos se entregaron los premios nacionales de Ciencias y Artes que anualmente reciben aquellos personajes que año con año se considera son merecedores de esta distinción.En el pasado, el evento fue de gran algarabía para la comunidad científica y artística, pues era un acto no sólo esperado, sino de júbilo, y se tenía siempre el día de la entrega un ambiente festivo. Desde luego también era un momento oportuno para denunciar las carencias y la falta de apoyos hacia la ciencia y la cultura. Los discursos en general eran duros y a la cabeza (aunque nunca tuvieron el efecto deseado), pero en general los presidentes siempre habían guardado respeto hacia esta costumbre y aguantaban bastante bien los reclamos.Desde la llegada de Fox a Los Pinos esto desapareció, el acto se desangeló y casi desde un principio se buscó a los individuos más planos, tibios y menos aguerridos para dar el discurso en representación de los premiados. Esto ha sido más notorio en la segunda mitad de la gestión de Fox. Pero lo que ocurrió en este último realmente fue lastimoso.Entre los premiados estuvo el rector de la UNAM, quien no sólo es un estupendo orador, sino, desde luego, alguien que hubiera lanzado un mensaje sumamente significativo, con elegancia como acostumbra, señalando seguramente el pobrísimo desempeño de la actual administración en materia de ciencia.Pero los organizadores, y de seguro el propio Fox, no querían oír sus verdades acerca de la lastimosa ineficacia en una materia tan importante para el país, a pesar de que Fox siempre habla sobre la libertad de expresión, que según él ha impulsado. En lugar de esto, el discurso fue dado por el crítico Emmanuel Carballo, por quien tengo mucho respeto, pero que desafortunadamente en esta ocasión fue de lo menos crítico posible. De hecho soslayó completamente el problema tan agudo de la ciencia y la cultura.Todo esto muestra otra vez que Fox, a pesar de ser un tipo grande de estatura física, es chiquito, chiquito, chiquito como persona y como inquilino de Los Pinos. Desde luego, y para no perder la costumbre, se equivocó al pronunciar los apellidos de dos de los premiados, mostrando nuevamente su enorme incultura, y no perdió la oportunidad de elaborar su sarta de mentiras y falsedades acerca de los apoyos para la ciencia.El ha de creer que todos somos tontos como él y que se puede engañar dando cifras que no sólo no dicen nada, sino que además muestran la pobreza de sus apoyos para la actividad científica. El señor sólo se quiere oír a sí mismo y de seguro ni siquiera tiene idea de lo ridículo de sus "apoyos" para la ciencia, si sólo se tomara la molestia por unos cuantos minutos de compararla con los de otros países, no tan lejanos del nuestro.La verdad es que Fox no necesita expresar que él "ya puede decir cualquier tontería, pues ya se va": las ha dicho desde el primer día que tomó posesión como presidente. Es una verdadera pena, no para él, sino para el país, pues además de dejar a México hecho un desastre, ha sido poco respetuoso y, sobre todo, muy poco capaz de escuchar críticas con la verticalidad de un hombre de Estado, simplemente porque no lo es.A final de cuentas, la ceremonia del Premio Nacional de Ciencias y Artes se salvó gracias a Julieta Egurrola, quien con valor y dignidad lo sorprendió exigiéndole solución para las mujeres violadas de Atenco y los desaparecidos de Oaxaca. Afortunadamente esta administración ya se va; esperemos que la próxima no sea un clon de ésta.

Guadalupe Loaeza

CARTA DE GUADALUPE A FOX.
REFORMA.
Guadalupe Loaeza.La despedida.


C. Vicente Fox, presidente de la República de los Estados Unidos Mexicanos.No, no lo voy a extrañar. Es más, me atrevería a afirmar que su gobierno como presidente de la República ha sido lamentable. Habiendo tenido la gran oportunidad para consolidar nuestra incipiente democracia como el primer Presidente de la transición, usted tuvo a bien darle en la torre (así le gusta a usted expresarse, ¿verdad?). Sí, señor, así como mochó nuestros emblemas patrios, igualmente quebró al país en dos. Es decir, que su gobierno contribuyó a que la brecha entre pobres y ricos se hiciera cada vez más honda y profunda. Durante su periodo, el cual gracias a Dios está a punto de terminar, ¿cuántos mexicanos se vieron obligados de irse a trabajar del otro lado? ¿Cuántos cárteles de bandas de narcotraficantes se formaron? ¿Cuántas muertas más hubo en Juárez?¿Cuánta corrupción se incrementó y se permitió en su gobierno? ¿Con cuántos países extranjeros nos enemistamos?¿Cuántas veces hizo el ridículo en sus viajes oficiales pero de los cuales nunca nos enteramos? ¿Cuántos de sus secretarios de Estado no lo tiraban a lucas? ¿Cuántas "enchiladas completas" se le deshicieron entre sus manos mientras intentaba cocinarlas?¿Cuántos indígenas y chiapanecos habrá todavía esperando la solución de sus problemas?¿Cuántos desempleados continúan esperando su changarro? ¿Cuántas veces metió la pata en términos políticos? ¿Cuántas veces decía una cosa por otra y se equivocaba con los nombres de escritores fundamentales? ¿Cuántas veces animó a la primera dama para que se lanzara como posible candidata?¿Cuántas veces contribuyó respecto a este tema a confundir a la opinión pública? ¿Cuántas veces los caricaturistas lo pintaban como el típico marido mandilón?¿Cuántas veces se vio obligado a defender a la señora Marta? ¿Cuántas veces se apoyó en la supuesta "pareja presidencial"?¿Cuántas veces tuvimos que soportar sus ridículas declaraciones de amor públicas que hacia en relación a Martita? ¿Cuántas veces intercedió in-de-bi-da-mente durante las campañas para Presidente? ¿Cuánta energía le invirtió para que se hiciera todo lo posible para desaforar a AMLO?¿De cuántas maneras participó en la campaña del miedo? ¿Cuántas veces se reunió con Ugalde y con los del Trife antes y después de las elecciones?¿Cuántas veces ha tenido que dar la cara por usted el extraño vocero de la Presidencia? ¿Cuántas violaciones a los derechos humanos se cometieron por los errores de Atenco a raíz de los errores de Fox?¿Qué tanto aumentó el desperdicio de recursos naturales durante su sexenio?¿Cuántos proyectos científicos y tecnológicos se abandonaron por su nula comprensión de la importancia de la ciencia y de la tecnología?¿Cuántos estúpidos spots publicitarios nos tiene que imponer, últimamente, hablando de la dizque democracia que tenemos gracias al dizque Presidente?¿Cuánto dinero ha invertido en esta estúpida campaña? ¿Cuántos libros ha leído en estos largos larguísimos seis años? ¿Cuánto relajo echó en las cabañitas?¿Cuántas "tonterías" dijo, como usted mismo admitiera y le faltan todavía por decir?La lista de preguntas que habría que formularle es interminable, seguramente llenaría todas las páginas de nuestro diario, sin embargo, hay una que me intriga sobremanera y que no puedo dejar de hacérsela: ¿¿¿¿¿¿¿¿Por qué Vicente Fox quiso ser presidente de la República????????¿Quién le metió esa idea en la cabeza? ¿Quién lo convenció?¿Por qué se pensó que tenía posibilidades?¿Quién le dijo?¿Quién lo animó?¿De veras representaba usted el voto útil?¿Útil para el país, para la democracia, para la alternancia?Si era así, entonces,¿por qué no aprovechó esta oportunidad histórica?¿Por qué entonces no haber aprovechado toda la confianza que millones y millones de ciudadanos le depositaron? He allí todas mis dudas y todas las que me faltan todavía por exponerle. Tal vez un día la historia me responda, pero por lo pronto, lo único que me urge es decirle adiós a mi Presidente que tanto nos ha decepcionado.Por otro lado, le confieso, de la manera más sincera que yo nunca me hice muchas ilusiones respecto a la persona de Vicente Fox.Nunca se imaginará quién me metió el gusanito de la duda respecto a sus posibilidades, ¡doña Mercedes! A quien tuve el gusto de saludar por primera vez a la salida de la comida del día de la toma de posesión. ¿Recuerda que hubo una recepción en el patio de Palacio y que al finalizar debía usted de dar un discurso, aparte del que dio en el Auditorio Nacional y en la Cámara de senadores? Pues bien, puesto que esa tarde tenía que escribir mi texto para mi periódico, tuve que retirarme antes de escucharlo.Cuál no sería mi sorpresa de encontrarme a su señora madre y a su hermana mayor quienes también estaban a punto de retirarse."Es que ya no aguanto las piernas", me dijo doña Mercedes al preguntarle por qué se iba tan temprano. "Pero, señora, ¿cómo se puede ir justo antes de que hable su hijo, el único candidato de la oposición que ha podido sacar a los priistas de Los Pinos después de 70 años? ¿No se siente usted orgullosísima?", le pregunté entusiasmada.En ese momento, su madre me miró con ojos incrédulos y en sus labios se dibujó una extraña sonrisa. "Ya veremos, ya veremos...", musitó entre dientes en tanto avanzaba apoyada en su hija. No, doña Mercedes no se veía nada convencida. En ningún momento se refirió a su trayectoria política o a los embates contra los que su hijo tuvo que haber luchado para llegar a la Presidencia. De alguna manera su mirada y su actitud me estaban diciendo algo como: "Ay, señora mía, que Dios nos agarre confesados con Vicente". ¿Quién mejor que ella lo conocía? A partir de ese encuentro tan revelador, al cabo de estos seis años de un gobierno tan errático, me temo, señor Presidente, que doña Mercedes tenía razón.No, no lo voy a extrañar. Inútil decirle que deja usted un país con muchos más problemas que como lo encontró. Lo deja 10 veces más polarizado y dividido; deja las instituciones totalmente desacreditadas; deja la institución de la Presidencia completamente desdibujada; deja una buena parte del pueblo de México sin certeza respecto a los resultados de las pasadas elecciones; deja centenas de focos rojos a punto de estallar y deja el estado de Oaxaca con muertos, desaparecidos, presos políticos y un océano de pobreza. No, señor Presidente, usted no ha ganado dos veces como dijera en una entrevista, refiriéndose a las elecciones del 2000 y las del 2006, usted ha perdido seis años cometiendo muchas "tonterías"... Pero qué importa, al fin que ya se va...Guadalupe.