La Cuarta Republica

Correo politico, economico y literario de Monterrey

jueves, enero 11, 2007

papel y tinta

La Cuarta Republica
El Maestro emérito D. Ignacio Burgoa resumió: “Estado de Derecho e Ingobernabilidad son incompatibles, se excluyen. Hay gobernabilidad cuando se respeta el estado de derecho, hay ingobernabilidad cuando el derecho se abandona, se viola, se ignora.” Pocas beses en la vida nacional se han cumplido estos preceptos, la mayoría de los mexicanos que nos ha tocado en suerte nacer, vivir y morir en esta tierra prodiga, lo hemos visto en muy escasas ocasiones. El derecho si no se viola se abandona y en su mayoría se ignora. Podemos esperar que el ciudadano no cumpla las reglas de convivencia social. Si esto pasa, existe la autoridad que por el mandato de la ley lo faculta para usar legítimamente la fuerza para hacer cumplir el precepto. Eso es lo esperado, pero la realidad nos muestra algo más tenebroso; el que debe hacer cumplir el derecho, no lo cumple, también lo viola, lo ignora y lo olvida. ¿Quién ara cumplir la ley si el encargado de hacerlo no lo hace?

Bajo esta línea de ideas hace mucho tiempo que la republica vive en un estado de ingobernabilidad. Usted distinguido lector le podría parecer una exageración, y probablemente la sea en el sentido que; la convivencia social se da, las actividades económicas se llevan acabo, pero, el desarrollo social, económico, políticos no se da, vivimos en un constante atraso y esto no lo digo yo, lo mencionan a diario los propios actores de la sociedad. Hace tiempo que el respeto a la ley no se da y hace mucho tiempo que estamos acostumbrados a que esto suceda, no nos importa si aun vecino o amigo le suceda, es tan común que es parte de la cotidianidad, por eso no nos sorprende y, en el mejor de los casos simplemente nos conformamos, somos conformista a sabiendas que como lo expresara la filosofa Hanna Arendt, el conformismo es sinónimo de negación de nuestra libertad.
No estamos dispuestos a ejercer nuestra libertad, nos conformamos con lo que nos quieran dar, no con lo que nos corresponde. Esto no lo ignora nadie, todos lo sabemos de sobra, como sociedad hemos caído en el cinismo, nos mudamos de careta según nuestras conveniencias. Nuestra escala de valores esta tergiversada del latín tergiversare, que significa dar una interpretación forzada o errónea a palabras o acontecimientos. Nuestro fundamento moral esta en lo que nos conviene y, no en lo que es justo, tenemos una idea tergiversada de la justicia y en nuestra culpa esta nuestra penitencia por lo tanto no es bueno quejarnos de aquello que permitimos que pase con nuestra ignorancia, olvido o complacencia.

Por eso la insistencia en casi todos los medios de comunicación por parte de los principales líderes de opinión política en su incesante afán de convencernos que vivimos en el ya famoso estado de derecho no se diga los propios actores política. Y las voces disidentes son renegadas.

Glosario
Derecho: (Del lat. directus, directo).adj. Recta, igual, seguida, sin torcerse a un lado ni a otro. Justo, legítimo. Conjunto de principios y normas, expresivos de una idea de justicia y de orden, que regulan las relaciones humanas en toda sociedad y cuya observancia puede ser impuesta de manera coactiva.

Justicia: (Del lat. iustitĭa). Aquello que debe hacerse según derecho o razón.

Ley: (Del lat. lex, legis). Regla y norma constante e invariable de las cosas, nacida de la causa primera o de las cualidades y condiciones de las mismas. f. Precepto dictado por la autoridad competente, en que se manda o prohíbe algo en consonancia con la justicia y para el bien de los gobernados. En el régimen constitucional, disposición votada por las Cortes y sancionada por el jefe del Estado. Estatuto o condición establecida para un acto particular.
Hasta la próxima distinguidos 4 lectores

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